Latigazos verbales

Carta abierta al HERIDOR EMOCIONAL:

gente-toxica

Hoy vengo a decirte adiós. Adiós a tus palabras que se clavan como espadas.

A tus constantes reproches por no ser quien tú quieres que sea, por no darte el control sobre mi vida, ni otorgarte más poder sobre mi.

Adiós a esos dardos que lanzas empapados del agridulce veneno del resentimiento. Me apuntan a mi, pero acaban rebotando en ti.

No quiero seguir luchando con tus latigazos verbales, esos que das sin motivo, esos son el motivo. Me he cansado de rebatir lo que no merece la pena ni parafrasear. Ya no tengo fuerzas para dejarme arrollar por el remolino emocional de tus frustraciones.

Mi SER se agota con tu TENER.

Mi interior escupe las creencias que pretendes instalar en mi.

Mis cimientos son fuertes, me ha costado mucho tiempo construir la mejor versión de mi, entenderás que no voy a dejar que des ni un paso más. No te puedo permitir que destruyas mi autoconfianza, ni tolerar que me hagas dudar de mis firmes convicciones. Mis valores no te autorizan a que los infravalores.

He aprendido que no es mi camino el que te molesta, no soy yo, esto no va conmigo querido amigo. Eres tú, el que no está contento contigo, el que pretende robar mi destino. El que vive porque hay que vivir sin encontrarle el auténtico sentido a la vida.

Hoy vengo a decirte adiós. Hoy, por fin, ME SANO DE TI.

Foto: libro «Gente tóxica» – Bernardo Stamateas

9 comentarios sobre “Latigazos verbales

Deja un comentario